ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA REGLA PALO MONTE

Pedro Peñaloza

Muchos pueblos bantúes emigraban  del Africa ecuatorial, huyéndole a las guerras que otros pueblos adelantaban en esas regiones para ampliar sus conquistas y regiones, una de esas oleadas migratorias se estableció  en el estuario del río Congo y sus adyacencias, esto sucedió a finales del siglo XII y principios del XIV. Esa región costera es lo que se conoce actualmente como Angola y parte de Zaire (que tiene salida al Atlántico). Con el tiempo se centralizó el poder y el rey era llamado Manikongo, quien repartió en nueve partes su territorio, fundándose así los nueve clanes de donde provienen nuestros ancestros. Los hombres eran formidables herreros, cazadores, pescadores y guerreros, las mujeres se dedicaban a la agricultura. Estos clanes eran eminentemente matriarcales, se establecían sobre las bases del parentesco uterino, siendo siempre los ancestros la clase preponderante, sin embargo la jefatura del clan la ejercía el hombre descendiente más directo de la primera mujer de la primera línea, siendo también el sacerdote principal del culto a los antepasados. La autoridad paterna sobrevivía al padre fallecido, sin embargo la gobernabilidad residía en la mujer.

Su basamento cosmogónico reposa en la reverencia de los antepasados y del espíritu que creador del feto en una matriz (Funsa) y del Dios tutelar del clan (Buzi). Esta espiritualidad integrada, dotan al ser humano de recursos para su supervivencia y bienestar; las plantas (sustento, cobija y medicina), animales, las aguas, la tierra, los astros y los fenómenos de la naturaleza. De allí que el basamento religioso de los congos en Cuba y ahora a nivel mundial, radica en las fuerzas de la naturaleza. Las características de estos elementos se transfieren a los fundamentos que sustentan las creencias congas. De esta manera encontramos una trilogía: los ancestros,  la naturaleza y los espíritus, siendo estos tres factores los que confluyen en todo receptáculo o fundamento de palo.


La llegada a estas tierras de los españoles se remonta a 1482 y con ella empezó la catequización del congo y hacia 1507 el Manikongo de la época fue converso  y su hijo al ascender al trono lo hizo como Alfonso I , adoptó las costumbres de los portugueses y comenzó a suministrarle esclavos con destino a las colonias de Brasil. Cuando las necesidades de esclavos no pudieron ser satisfechas cambió la relación con los portugueses, Manikongo se rehusó a ir a la guerra contra otros pueblos y los portugueses emprendieron sus propias guerras para capturar a los nativos requeridos. Ya para 1591 el dominio del Manikongo estaba deprimido y al tener que enfrentarse obligatoriamente a los portugueses llevaron la peor parte, hasta ser devastado y así el linaje Manikongo pasó a ser esclavizado. Luego entraron en el mercado de la trata de esclavos africanos los ingleses y los franceses

Del reino Manikongo llegan a Cuba en calidad de esclavos los sobrevivientes y en honor a las nueve reinos sagrados que conformaron el dominio del Manikongo fundamentan los primeros nueve nkisi y se constituyen nuevamente clanes, que a su vez con el pasar de los años pasaron a conformarse bajo el nombre de Cabildos. Estos Cabildos a su vez tenían Reyes que regían las normas de convivencia de sus integrantes. Natalia Bolívar (1998) manifiesta que:

 “Esas instituciones, de carácter humanitario y piadoso, procuraban la cura¬ción de los paisanos enfermos y la manumisión de aquellos de sus asociados quienes, por su moralidad y buen comportamiento, fueran considerados dignos de conseguirla a costa de los fondos aportados por las limosnas del colectivo.
Además de esos actos de caridad, los cabildos, con sus festividades tradi-cionales, también mitigaban las penas derivadas de la triste condición de sus asociados, pero siempre observando un comportamiento social ordenado, pues sus reuniones raras veces dieron motivo a conductas impropias”.


El saludo que se mantiene hasta nuestros días entre todos aquellos que se consideran parte o simpatizantes de esta Regla es a la usanza de los descendientes de congos y ngolas: Salaam Alekum, Alekum Salaam.